la incapaz
Lo juro, no soy justa,
nunca logré ser justa,
todo lo que he podido odiar,
odié. No solamente
el tránsito, la gente, el gato arisco,
hasta lo más noble de nosotros
escupí con desprecio: la salud
cuando es sólida y su blando engranaje
se desliza sin mayores chirridos,
la generosidad, el gesto de alegría,
las torcazas que van a emparejarse
a la copa del tilo, el sol de marzo
cepillando con lengua cariñosa
a su variopinta cachorrada.
Lo sé bien, no soy buena,
traicioné a quien me amaba,
abandoné al sediento, hice crujir
a la luciérnaga, sembré maleza
en el surco deseoso de esperanza.
Innumerables dardos de ponzoña
arrojé al ojo abierto de la Gran Existencia
sin acertar ninguno,
y mi regalo extraño –estar despierta–
cuántas veces quise descartar
para que se pudriera a la vista de todos
e infectara las napas, sin hacerlo.
Hasta en esto soy incapaz y mala,
es decir, en las artes de la perversidad
y la miseria demostré ser mediocre,
ya que amo, a mi pesar a veces,
pero también poniendo cada tendón del cuerpo
al servicio de esa triste y elevada aventura,
como fruta caída deshaciéndome
en mil y una inquietudes, socorriendo
a mi compañero de celda de la vida
que se aferra a una tabla sobre el río furioso
y soltando palabras de oración
con la vista perdida entre nubes
que me sopapean de hermosura.
Por la noche le lloro al ópalo guardián
que fulgura junto al cuarto creciente
en agradecimiento,
la chicharra afina su violín
y casi todo me parece perfecto
o al menos soportable, tal vez la misma cosa
en mi mundillo tuerto, mi barco a medio hundir,
mi palacio estropeado por el óxido,
el fuego, la termita.
(Inédito)
y eran los últimos días del verano
y eran los últimos días del verano
y se arremolinaban luces en tus piernas
como cachorros amarillos y rojos
el amor en la punta de todas las lenguas
cuervos en la punta de todas las ramas
bicicletas acelerando por la ciclovía
descendiendo su preciosa pendiente
tus brazos a las once
tus brazos elegantes y fuertes
separando las sábanas
haciendo crecer sus espigas
el despertar de un fauno
que sin saberse fauno
busca el ala del sol ensombrecido
eran los últimos días del asombro
por el exceso fértil de flores y de avispas
en las provincias de los cuentos de hadas
la constante apertura de botellas
en el Admiralbrücke
mientras pasaban por debajo los cisnes
majestuosos y equinos
y los ermitaños
volvían a la vida de sus amigos
ya que habíanse desvanecido
y existido solamente en recuerdos
en las ventanas gatos
ya se enroscaban tristes
con su visión de lejos
y eran las últimas visitas del año
las que ahora venían y con más avidez
las paseábamos por peldaños de piedra
cenábamos frituras callejeras
espiábamos los muslos de atleta
que caminaban más veloces o los atuendos
delirantes de los cambiaformas
y en los barrios del centro
aturdían sirenas agoreras
en sus embates contra el fuego y la muerte
que se reía a gritos de los paramédicos
siempre segura de sí
y qué pronto se esparce su perfume
hipnótico
eran los últimos conejos
antes de que los tibios huecos
de la tierra los traguen
eran las últimas estrellas fugaces
comprendes? eran las noches
que volvíamos juntos en el tren
enlazados por una sola música
y me apretabas apenas una mano
sin que hubiera gesto
más profundo que darnos
hechos Uno a la hora de los dioses
soñándonos
(Inédito)
esta escena familiar
Habrá que ir aprendiendo sus nombres
ahora que viven con nosotros
y se sientan a comer a la mesa las Fuerzas Armadas
y a tomar café
Echo dos terrones de azúcar
Revuelvo cinco veces
Apoyo la cuchara en el plato sin ruido
Entro al dormitorio
dejo la mochila en la cama cerca de las Fuerzas Armadas
que no hacen movimiento
Saben mejor que yo lo que contiene
y lo que yo contengo
No sé lo que contengo
Olvido cómo sentir las emociones
ahora que a mis emociones también las sienten
las Fuerzas Armadas y la Inteligencia del mundo
conectado a sí mismo como un cerebro colosal
inexorable
Abro el ropero donde las Fuerzas Armadas montan guardia
en mis mejores trajes
Saco la remera de dormir
pienso que estoy cansada
y que es un pensamiento traidor
y que las Fuerzas Armadas lo conocen y dirigen hacia mí su sospecha
Es necesario distraerme
un placer permitido que se sienta un poco peligroso
algún trago de violencia sexual
bajo la tutela de las Fuerzas Armadas
que dirigen el acto con maestría
hasta que suenan trompetazos
y entran tiesos los coroneles
y de pronto todos nos quedamos callados
de cara a la pared casi tristes
o quizás casi alegres
pero ya no sentimos emociones de manera espontánea
todo va acorde al plan de la Naturaleza
y la intervención de las Fuerzas Armadas
y el Espíritu Múltiple que las moviliza
portando siete libros
siete coronas
siete guadañas
siete monedas de oro
¡Respetamos al grande!
¡Admiramos el temple del hombre superior!
me hacen declamar las Fuerzas Armadas
abriendo y cerrando mi mandíbula
como cuando hacía hablar a los muñecos
Ahora mi niñez es también la niñez de las Fuerzas Armadas
y hasta mis ojos llevan sus colores
Hemos logrado ya cierta convivencia
cada vez son más indistinguibles de mí
También yo sospecho de mis pensamientos
y mis pobres panfletos
¿Será este uno más de los placeres ingenuos que me ofrecen?
¿Son estas palabras sus palabras?
(De Elfo corporativo)
te sumás a la ronda
Oíd mortales el sonido contante
del dólar que asciende hacia el cielo
Treinta treinta y cinco cuarenta
Otra vez sos esa que venía del barro
y ahora se sumerge de nuevo
La siguiente La próxima
¿No era esta la ley de los mortales?
Que nos trague la madre lujuriosa y letal
volver a la colmena cromosómica
des-existir
y dejar de contar cuarenta cuarenta y dos
cincuenta de los nuestros
por cada uno del tropel de dólares lujuriosos letales
que nos prometen siempre
dólares y yuans y sus primos
prestigio
poder
tiempo libre
tiempo realmente libre
autos de colección cuatrocientos pares de zapatos
sobre el reloj diamantes
la persona misteriosa y deseable que todo el mundo quiere
¿Tan fácil nos atrapan?
¿Es que hay que sospechar de nuestro propio instinto
que sin cesar desea?
¿No concebir más teatro de acción que el dólar
el peso
que ellos y nosotros y nuestros valores de mercado que suben
o se hunden en un tubo de ensayo de la muerte?
Sesenta cien doscientos
Qué graciosas estas criaturitas
fichas especímenes
pobres o migrantes o chetos
bang bang bang golpes gripes desnutrición
tráfico de almas Bang bang Ese es el sonido
del orgasmo del dólar
mientras suave la pana del asiento del jet
se desliza por la pierna desnuda de la ley
y hacen fuego bang bang y se sientan en seiscientos sillones
de la Cámaras Altas y Bajas los Honorables Legistas de la Patria
mientras afuera aúllan gentes que se mezclan
en olla peligrosa que hierve oscura y lenta
Vieja madre tierra
Sexy madre tierra
La voluntad del monstruo mitológico
que algunos demagogos
denominan nación
Bang bang Vamos distinguiendo el acento
de quien habla disparando centavos
y nos ciñe con extrañas divisas al mundo
Vos no querías más que una casa en el bosque
vos no querías más que el favor de los extraños
vos no querías más que esa luna que te brilló tan dulce
que hasta le sonreíste en la más animal de tus miserias
Vos no querías más que tu deseo
y de repente mil siete mil doce mil pesos
millones de deseos
y cada vez el dólar aumenta su valor
quebrando nuevos récords de progreso ejemplar
para la Civilización
Su hermosura se vuelve insoportable
diáfana armoniosa Bang bang Te escuchás estallar
de tanto estímulo Bang bang
Caés
pausadamente
narrada por las voces
del dólar
de las Cámaras
de las mentes que sacuden sus brazos y su rabia
afuera del Congreso o cerca de la quinta del caudillo
Cada movimiento
es un soplo en el sueño de los reyes del mundo
¡No son titiriteros sino precisos cómputos
los que nos mantienen maniatados!
Lo que importa son millones
mil quinientos millones
todo aquello que se multiplique
reditúe
redunde
una ganadería salvaje de recursos
personas minerales
cifras acciones dólares de hoy
dólares de mañana
Tu deseo era una criptomoneda del montón
un sofisticado chiste que te hicieron
sin que puedas reírte
¿Cómo puede terminar esto sino en la extinción?
¿Cómo puede terminar algo
sino en el más aterrador de los susurros?
(De Elfo corporativo)