MAR DE ILUSIÓN
Los poetas no escriben de noche
ahogados en un mar de lágrimas. Ahogarse
y escribir son actividades opuestas.
Sobre un mar chiquito, de utilería
los poetas vuelcan su llanto
cuando se les da por llorar, y sus extraños
parlamentos. ¿La poesía no es ilusión?
¿Y las palabras, grandes ilusionistas
que navegan, viento en popa, sobre un mar
de engaños? Engaño no es mentira, es amor. Y amor
es un torrente hermoso de sueño y soledad.
Si alguien sufre, no es a causa de la poesía,
créanme.
SI DIGO YO
Cada paso que doy
me disuelvo. En el agua, en una hoja
de papel. De noche, en la ventana.
No sé qué hacer para quedarme.
Dormido, adentro de una piedra, cuando soy
una piedra. Tiemblo, me caigo.
Si amo, desaparezco. Cuando no amo,
desaparezco igual. ¿De qué estoy hecho?
¿de sombra? ¿de palabras? ¿de margaritas?
Si digo yo, es como si dijera cualquier cosa.
Como si oyera llover.
¿LO DEJAMOS PARA OTRO DÍA?
Está bien, está bien, mi padre
se rajó hace ya mucho tiempo, y mi madre, tan humilde
y trabajadora, hizo lo mismo
que los demás: se fue, levantó vuelo, pensando
¿de verdad, esto
me está pasando a mí? ¿están seguros?
Reloj que siempre se adelanta
el que señala
un final, cualquier final ¿No les parece?
En cuanto a mí, creo estar preparado
para cuando llegue la hora,
pero eso sí, quisiera
no fuera por favor esta noche, que voy
a cenar con unos amigos Tampoco mañana, ni
pasado, que tengo un libro de poemas
ahí, en la punta de la lengua y esta vez sí, esta vez
seguro lo conseguiré. Por favor, unos días
más, unos meses… ¿Un año?
No soy un necio. Entiendo todo, todo,
todo… Pero esta noche, no.
Y mañana, si es posible, tampoco. Quizás
si lo pasamos para otro día, no sé,
para más adelante, sería hermoso. Sería
extraordinario. Sería genial.
Poemas inéditos de «Cuando yo era poeta».